EMOCIONES
En lo cotidiano de mi vida, me he encontrado una grata sorpresa: los alumnos de Primer grado de Educación Infantil (de la Escuela Universitaria de nuestro colegio) han comenzado su clase de hoy en la iglesia.
Por una parte, la asignatura que corresponde a esta clase se llama Didáctica del Lenguaje, impartida por Sor Gracia. El cometido de hoy es observar, ¿observar qué? TODO.
Por otro lado, conseguir que los alumnos se sitúen en el lugar en que se encuentran, ser conscientes de ello. Pasan unos minutos, que yo entiendo de reflexión.
A continuación, entran en la capilla los alumnos de segundo curso de Educación Infantil, los cuales no sobrepasan los cuatro años de edad. Vienen con su profesora Doña Mª Ángeles Pérez Sánchez.
Así pues, los alumnos de magisterio comienzan a hacer la tarea encomendada, observar:
– Cómo se expresan los niños de esta edad.
– Qué riqueza de vocabulario tienen, (evidentemente en un entorno religioso, vinculado al colegio en el que nos encontramos).
– Qué disposición tienen a la hora de responder a las preguntas.
– Etc. . .
¿Qué deciros de estos pequeños y de su maestra?:
– Han entrado en la iglesia perfectamente uniformados, en filita y en silencio.
– Han seguido en todo momento las indicaciones de “su seño”.
– Han participado en los saludos, en las canciones gesticulando, respondiendo a las preguntas que “su seño” les hacía.
– Se han sentido protagonistas y han sido capaces de cerrar los ojos y escuchar lo que Jesús les decía, con sus manitas en el corazón.
Para concluir, ha sido magistral…esa dulzura innata que ha demostrado tener Mª Ángeles, además de muchas otras virtudes.o
¿Sabéis lo más importante de esta vivencia? Que me he emocionado.
Nota: A esos futuros maestros, les pediría que siguieran observando y aprendiendo, ¡estáis en el mejor lugar para ello!
Susi Adalid
M. C. Guíame e Instrúyeme